RADIOGRAFIA AL “DOCTOR PIRRI"

El masaje es una de las técnicas mas ascentrales de curación. Ya lo hacían los chinos y los indúes desde hace mas de 5.000 años, incluso hay templos dedicados exclusivamente para los masajes. Pero no nos hace falta irnos tan lejos.

Mucho más cerca, en el Estadio Miramar de Adra, al atardecer del comienzo de un entrenamiento para la Agrupación Deportiva Adra,se puede distinguir la figura de un hombre con pelo canoso, una radio a todo volumen y sonrisas, que suenan en el eco de un estadio aún desnudo de futbolistas.


Francisco Linares Román alias “Doctor Pirri”, Lleva dando masajes a casi todas las piernas que han pasado y pasan por Miramar desde los prebenjamines hasta los veteranos y es el encargado de cuidar y de disponer el material del equipo dos horas antes de cada encuentro. Es el 4X4 del equipo.

Temperamental en su trabajo, nos metemos dentro del vestuario, un mundo abierto a los románticos y donde el masajista de la A.D. Adra representa el mejor exponente de esos detalles de una vida dedicada a la trastienda del fútbol.


La cara de este hombre es un fiel reflejo de la grandeza por amor al equipo de su vida y que a buen seguro ya tendrá que contarles muchas cosas a sus nietos. El no solo trabaja los domingos, lo hace todos días. Albañil de profesión, dedica el resto del día al club de sus amores y si tiene que estar diez horas mas, pues hecha doce, para convivir todos los días con los jugadores y conocer, nunca mejor dicho, a cada uno de que pié cojea y frecuentarlos como si fueran sus propios familiares, encargándose del cuidado físico.


Francisco Linares, lleva las riendas del vestuario de la A.D. Adra desde que el equipo comenzó a dar sus primeros pasos en el mundo del fútbol. Llegó a ser y jugó en el equipo a finales de los setenta como portero y desde entonces lleva una prolongada trayectoria de trabajo desinteresada en el fútbol abderitano como masajista o fisio.

Algunos dicen que tiene algo en sus manos dando masajes. Una de sus técnicas mas eficaces para aliviar algunos dolores musculares es la que utiliza con presiones circulares y directas en la zona de dolor de forma penetrante, después con la palma de la mano abierta masajea de forma suave por las áreas circundantes, el dolor desaparece de forma inmediata.


Él con solo tocar la articulación, sentir o pulsar la zona, ya sabe lo que tienen los futbolistas lesionados, no requiere de estudios, el sabe diagnosticar, su lema de lanzamiento es: si te atiendo, sigues corriendo mejor que antes. Eso si, el trata las contusiones o esguinces, pero sabe hasta donde puede llegar y si algo es complicado, se lo deja al médico.


No es para menos, verle hacer masajes antes, durante y después de los encuentros, es la ilusión de su vida. Tanto es su desgaste a la hora de masajear tanta pierna deportiva, que le hace sudar por los cuatro costados y cambiarse tres veces de camiseta. Es abierto y le gusta ayudar a los demás.

Los balones con los que entrena el equipo de la Agrupación Deportiva Adra son como “sus propios hijos”. Todo cuanto ha aprendido en estos últimos años, lo ha cultivado de la mano del prestigioso masajista Miguel Cubillo, que perteneció a la desaparecida A.D. Almería en Primera División.


El carismático “Doctor Pirri” es muy conocido entre los vecinos de Adra. La gente valora sus esfuerzos, le quiere y le agradece que sea un dispositivo básico para que el equipo de fútbol se mantenga vivo. Él se siente satisfecho y cada día reconoce cumplir un sueño siendo el masajista del club. No le importa que le digan cura huesos, todo lo contrario, es un conocedor del masaje y de curaciones.


Llenó portadas deportivas nacionales e internacionales al ser protagonista en un suceso en el que se vio involucrado tambien, el actual jugador de la U. D. Puertollano, Jorge Pelegrina. Si no llega a ser por el “Doctor PIrri”, el jugador hubiera terminado de asfixiarse al tragarse su propia lengua y en el que en un alarde de tesón y valentía, Francisco Linares, el masajista, pudo sacar y colocar en su sitio.

Francisco Linares, nuestro “Doctor Pirri”, no necesitó de una radiografía, no...no había tiempo. Honoris Causa.