Le ocurrió al portero del Adra Club de Futbol, Pepe Bermúdez. Viajaba el equipo dirigido por Antonio Carmona al “El Mauli” de Antequera en la temporada de 1958/59. En el autobús, charlando con sus compañeros, Bermúdez comentaba: “el año pasado paré dos penaltis en este estadio”. Cosa normal hasta el momento, pero poco explicable después. En el trascurso del encuentro entre el Antequerano y el Adra, hubo dos penaltis en contra del equipo abderitano y de nuevo Pepe Bermúdez repelió las penas máximas.
No fue fruto de una paramnesia o un Déjà vu. Fue real.
Mas recientemente, para ser exactos,casi cuarenta y cinco años después,Manolo Calores, en la liga de ascenso y en el mismo Estadio, cuando el marcador reseñaba un empate a uno, estrelló el balón al poste izquierdo del portero con todo a su favor que hubiera dado el ascenso directo a Tercera División.
¿Coincidencias? No sé, pero el balón de Manolo Calores fue repelido por el poste tras su lanzamiento en genial jugada personal, era, la misma portería que casi cincuenta años antes, Pepe Bermúdez, detenía dos penaltis y poco tiempo atrás, otros dos. El Adra Club de Futbol ganó aquel encuentro por 0-1 al Antequerano con gol de Joaquín. Fenómeno extraño aparte, y en referencia a esta misma temporada, la A. D. Adra ganada 0-1 con gol de Manolo Calores. ¿Y? Era la misma portería donde Joaquín marcó el gol del triunfo.
Todos en algún momento de nuestras vidas hemos vivido experiencias inesperadas que por lo general atribuimos al azar.
Unos pocos estudiosos en la materia se han atrevido a buscar el significado último de esas coincidencias y han podido descubrirles un propósito relacionado con nuestras más profundas necesidades.
Estamos acostumbrados a esperar que ocurra siempre lo más probable y no nos atrevemos a pensar en lo imposible. Yo espero cada día, cada segundo de mi vida a las ocurrencias de estos hechos inexplicables para muchos aunque no constituyan pruebas suficientes para demostrar las hipótesis a tan fenómeno paranormal.
Mientras tanto, estoy esperando que otros sujetos se sumen a esta experiencia y se beneficien de estos resultados para poder contarlos. Tengo un “anónimo” que me dice diariamente que solo hablo de los míos o preferidos: es cierto, solo hablo del Adra.
Mi querido anónimo me puso en bandeja la idea para poder escribir este artículo y contarles una misteriosa verdad:
La secretaria de Lincoln era de apellido Kennedy,
y la secretaria de Kennedy era de apellido Lincoln.
Kennedy y Lincoln, fueron asesinados.
Se me olvidaba. El árbitro del Antequerano - Adra Club de Fútbol, era el mismo colegiado que le pitó cuatro penaltis en contra a Bermúdez, y eran paisanos, de Jaén.
Moraleja: vive y deja vivir. Las coincidencias son fruto del tiempo y el miércoles nos visita el Antequera Club de Futbol, no te pongas en la muralla, seria una enorme casualidad.
lunes, 5 de abril de 2010
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