Santa Fe y Antequera, peregrinación liguera bajo palio.
Los efectos de los últimos resultados en casa han dejado un gesto de mal gusto, acompañado por una mueca sonrosa bajo palio. El Adra, si, nuestro Adra, que podía haber entrado en esas previsiones que todo fiel a “Pepe El Brujo” había suscitado, tiene hoy en día por lema, levantarse. En once días dirime el conjunto de Manolo Soler dos citas tan difíciles como decisivas, el domingo en Santa Fe, ante un rival necesitado, y el miércoles siete de abril, ante la visita del Antequera C. de F. en Miramar, y en ellas es ineludible dar un paso adelante, sumar, poner tierra de por medio a la penitencia.
Pero, son rivales, que con incienso en mano, darán guerra.
Los dolorosos empates ante el C.D. Baza y C. D. Ronda, donde al equipo abderitano, ganó seguridad ambiental, pero falto de ambición, quedan a un segundo plano cofrade.
El paso adelante de Manolo Soler y del equipo se antoja, pues, imprescindible.
Una vez cerrada la enorme vía de agua que suponían los goles encajados, ya que la mejoría de conjunto, fallos al margen, ha sido latente; al Adra se le exigen victorias de forma definitiva. Por ello, el planteamiento de la cofradia deportiva debe tener un mayor atrevimiento, más búsqueda de la portería rival, salir al encuentro.
No son Santa Fe y Antequera, además, los mejores enemigos para lograr triunfos imprescindibles. El Santa Fe, es un equipo que deambula en peregrinación con el rosario al cuello y el diablo por dentro.
El Antequera, el hermano de bronce, es uno de los mejores equipos de la Liga, aunque ha bajado mucho en esa condición en los últimos meses.
Aun así, el equipo, tan propio, como vuestro, no debe mirar a sus perseguidores, tiene que levantarse, ganar y alejarse del llamado Infierno. No queda otra.
viernes, 26 de marzo de 2010
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