SIMÓN "EL BUENO"

Cada vez que oigo hablar de “crack”, de “galácticos” y demás “tridentes”, no tengo más remedio que revolver la esquina y mirar tiempo atrás al fondo de mi alcoba y callejón futbolístico.

Es cierto que en cada época futbolística en Adra ha sido distinta en cuanto al capitulo de “ídolos” locales. Pero permítanme que les hable un poco de mi amigo Simón Manuel Rivas Alcalde.

Miro en un lugar de Adra denominado “La Terrera”; la chiquillada irrumpe dando balonazos sobre la pared y entre ellos se encuentra Simón.

Podía Simón, estar dando más de cuatrocientas patadas sin parar a un balón mientras sé merendaba el bocadillo a la vez. Dominaba y cabeceaba la pelota subido a la bicicleta pedaleando y ganaba todas las apuestas a quienes marcaran diez penaltis con ambas piernas; con la pertinente apuesta del chicle “Bazooka”; amén, de no sé cuanto partidos de fútbol hasta el oscurecer.

Su infancia trascurrió entre las calles Cuesta del Correo, Viento y Masnou. El campo de fútbol era el “Campillo”, lugar acondicionado para la practica del balompié y situado entre la “Urbanización la Torre” actual y una antigua alberca.

Su carita de niño bueno, estudiante y mejor persona; le hizo ganarse el cariño y popularidad de todo el barrio de “Las Bóvedas”, barrio que ni los mas temidos y galardonados historiadores encontararian en el mapa.

Militando en las categorías inferiores con la A.D. Adra ya sobresalía sus maneras de futbolista.

En Almería capital le quisieron tener cerca. Muy pronto le alinearon en la Selección Almeriense de Fútbol Juvenil y tuvo la posibilidad de realizar una prueba con el Atlético de Madrid.

Tenía una pierna izquierda impresionante, visión de juego, capitaneaba cualquier once, era un hombre de equipo, de grupo. Todos queríamos tener a Simón jugando a nuestro lado, no queríamos tenerle cómo rival, era nuestro onceavo mandamiento (no estorbarás), era de lo más completo si comparamos una treintena de años atrás.

Debo de confesar que la chiquillada dejábamos de estudiar, cuándo alguien avisaba que Simón estaba dándole patadas a un balón.Aquello era puro arte. Hoy en día, pagaría una entrada por sólo verle entrenar.

De aquella oferta “Colchonera”, solo se vio frenada en detrimento de sus propios estudios.

La vida le dió un mal pase al que no pudo parar, pero que regateó día a día. Algunas veces paseo por el barrio en el cual nos criamos juntos y mi mente recrea una película de aquellos acontecimientos en un tremendo bosque de chavales. A mi mente no le estorban los árboles, para saber que había en el fondo de ese bosque.

Para aquellos que jugamos junto a Simón; no nos cabe la menor duda, que es el mejor futbolista de “las estrellas” que ha dado Adra. Tremendamente bueno para el cielo.

P.D.: De tu amigo JOSELITO que nunca te olvida.¿Que tál los partidos con el Martín?